Las instalaciones fotovoltaicas aisladas son aquellas instalaciones que no cuentan con conexión eléctrica a la red de distribución. Por ello, a diferencia del autoconsumo con conexión, es fundamental que estas instalaciones cuenten con un método de almacenamiento de energía para poder seguir teniendo suministro eléctrico cuando no haya suficiente radiación solar.
Las instalaciones aisladas son unas de las opciones más ecológicas a la hora de cuidar el medio ambiente, ya que no emiten gases de efecto invernadero y su energía es limpia y renovable. A continuación, te contamos cómo funciona este sistema, cuándo es recomendable usarlo y cuáles son sus principales ventajas.
¿Cómo funcionan las instalaciones fotovoltaicas aisladas?
La diferencia de las instalaciones fotovoltaicas aisladas con las instalaciones de autoconsumo con conexión, es que las segundas, a pesar de usar placas solares para ahorrar energía, siguen conectadas a la red para disponer de electricidad cuando no puedan generarla. Por ello, los sistemas aislados necesitan contar con un método de almacenamiento de energía, como baterías solares, para aprovechar el excedente energético cuando no haya suficiente radiación solar para cargar los paneles.
Así, estos son los pasos que sigue una instalación de autoconsumo con baterías para garantizar el suministro durante todo el día:
- Los paneles solares captan la radiación solar y la convierten en energía eléctrica en forma de corriente continua.
- La energía pasa al regulador de carga, que controla el flujo hacia las baterías o el inversor, con el fin de evitar una sobrecarga o descarga profunda de energía.
- La energía que no se consuma se almacena en las baterías solares para su uso posterior.
- El inversor transforma la corriente continua de las baterías en corriente alterna, apta para el consumo.
- La energía llega hasta los dispositivos eléctricos lista para su uso.

¿Cuándo son recomendables las instalaciones fotovoltaicas aisladas?
Los sistemas de energía fotovoltaica aislados son ideales para las personas que viven o trabajan en un lugar donde no llega la red eléctrica o resulte muy costosa la conexión a la red. Entre los principales consumidores se encuentran:
- Casas unifamiliares en áreas rurales.
- Granjas o campos de cultivo para las explotaciones agrícolas y ganaderas.
- Alumbrado público y señalización.
- Sector de telecomunicaciones en lugares remotos.
En general, este sistema es recomendable para cualquier consumidor de energía que no quiera depender de ninguna comercializadora, convirtiéndose en autosuficiente para su propia producción energética.
Ventajas de los sistemas aislados
Las instalaciones fotovoltaicas aisladas son uno de los métodos de consumo energético más respetuosos con el medio ambiente. Por ello, entre sus principales ventajas se encuentran:
- Proporciona electricidad aun estando alejado de la red eléctrica.
- Permite la autosuficiencia y la autonomía independiente de las comercializadoras.
- Utiliza energía limpia, renovable y ecológica con el medio ambiente.
- Fácil instalación y bajo coste de mantenimiento.
- Tiene una vida útil bastante prolongada y resiste a cualquier tipo de condición climatológica.
Buscar métodos de consumo de energía más sostenibles es un paso fundamental hacia la sostenibilidad ambiental.
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