La ecoansiedad es un término que describe la sensación de miedo, preocupación o angustia que muchas personas experimentan frente a los problemas relacionados con el cambio climático y el futuro de la población. La ecoansiedad puede generar síntomas de estrés, insomnio, preocupación excesiva, e incluso impotencia, ya que las personas pueden sentirse incapaces de hacer frente a los desafíos ambientales por sí solas.
A continuación, te explicamos las causas de la ecoansiedad y cómo mitigar los efectos de la misma para ayudarte a comprenderla y a sentirte mejor.
¿Qué provoca ecoansiedad?
Principalmente, las causas de la ecoansiedad están relacionadas con los problemas ambientales globales, la sobrecarga de información, la falta de acción gubernamental y la incertidumbre sobre el futuro. A continuación, desarrollamos cada una de estos motivos para poder comprenderlos mejor.
1. Los problemas ambientales globales
La ecoansiedad tiene su origen en la toma de conciencia sobre el estado del medio ambiente y las dificultades para encontrar soluciones efectivas a nivel individual o colectivo. De esta forma, los principales problemas ambientales derivados del cambio climático son:
- El calentamiento global, el derretimiento de los polos y el aumento del nivel del mar.
- La pérdida de la biodiversidad, la extinción de especies y la degradación de los ecosistemas.
- La contaminación ambiental del aire, el mar y los ríos.
- La deforestación de los bosques.
- Los desastres naturales que provocan inundaciones, huracanes, incendios…
2. La sobrecarga de información en los medios de comunicación
Los medios de comunicación y las redes sociales tienen un gran poder a la hora de concienciar y movilizar a la población para actuar a favor del planeta. Sin embargo, la mayoría de las veces se trata de un bombardeo de noticias negativas sobre el medio ambiente que, en lugar de proponer soluciones y generar motivación, provoca un aumento de la percepción del riesgo acompañado de impotencia, pesimismo y la sensación de que no hay escapatoria. Los hechos que favorecen la ecoansiedad a través de los medios de comunicación principalmente son:
- Narrativas catastrofistas. Las narrativas catastrofistas sobre el cambio climático en los medios de comunicación adquieren un enfoque sensacionalista que puede abrumar a la población, generando un estado de desesperanza y angustia.
- Desinformación y negacionismo climático. Algunos medios difunden mensajes confusos o niegan el cambio climático, lo que también puede alimentar la ecoansiedad. Además, la desinformación puede causar incertidumbre sobre qué hacer o cómo actuar, lo que lleva a la frustración.
3. El negacionismo y falta de acción gubernamental
Hay ocasiones en las que el negacionismo del cambio climático está presente incluso en la política. El hecho de que muchas figuras que representan y gobiernan los países no se tomen en serio o incluso nieguen la evidencia de la crisis climática, favorece que se desarrolle ansiedad en la población. Además, aumenta la frustración colectiva al sentir que no se está haciendo lo suficiente para frenar el cambio climático.
A su vez, a este hecho se le suma la impotencia individual al sentir que los esfuerzos personales para mitigar la crisis climáticas no son suficientes frente a la magnitud del problema. Esto hace que aumente la frustración y el hastío hacia el ámbito político.
4. La incertidumbre sobre el futuro
En este contexto medioambiental, informacional y político, la perspectiva de un futuro incierto, con posibles desastres naturales, escasez de recursos y consecuencias sociales, genera miedo y ansiedad, especialmente en generaciones más jóvenes. Al no encontrar soluciones efectivas de manera individual ante un problema tan amplio, la impotencia y la preocupación por el futuro hace que la ecoansiedad se desarrolle libremente entre los individuos.
¿Qué hacer si tengo ecoansiedad?
A pesar de que es importante contar con acciones políticas, sociales y activistas para abordar la lucha contra el cambio climático, no podemos depender de los demás para calmar la ansiedad individual. De esta forma, alguna de las acciones que puedes llevar a cabo para mitigar los efectos de la ecoansiedad son:
- Dosifica la información que consumes. Mantenerse al tanto de la actualidad medioambiental es importante, pero hay que tener precaución a la hora de buscar dicha información. Sobreinformarse, obsesionarse o no filtrar la información que se obtiene puede aumentar la ansiedad y ser contraproducente.
- Haz lo que puedas. No te dejes llevar por la sensación de que las acciones individuales no son suficientes. Adoptar un estilo de vida sostenible y apoyar los movimientos ecologistas en la medida en la que sea posible, te ayudará a sentir que tus acciones van en sintonía con tus valores. Esto te resultará reconfortante y hará que te sientas mejor.
- Enfócate en el presente. La ansiedad anticipatoria se produce por sucesos que no han sucedido y no sabemos si van a suceder. Deja a un lado las narrativas catastrofistas. Enfocarte en el presente te ahorrará mucho sufrimiento y te ayudará a centrarte en lo que puedes hacer hoy.
- Busca ayuda cuando lo necesites. Si sientes que la situación climática te está desbordando, siempre puedes contar con profesionales especializados en salud mental para ayudarte a sentirte mejor.
La ecoansiedad se presenta como un problema actual que afecta a gran parte de la población. Estas son algunas de las medidas que puedes llevar a cabo para sentirte mejor y luchar contra la crisis climática desde un enfoque saludable y positivo.
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